El sector tecnológico ha tenido un gran desarrollo en los últimos años, incrementado por diversos factores como la obsolescencia programada, consumismo y ahora debido a la pandemia del COVID-19 que nos ha forzado a desplazarnos masivamente a la virtualidad, por tanto, el consumo de aparatos eléctricos y electrónicos ha aumentado; de hecho se estima que en el 2018 el mundo género alrededor de 50 millones de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) (Los desechos electrónicos, una oportunidad de oro para el trabajo decente, 2019), por consiguiente, este fenómeno representa un gran reto desde la perspectiva ambiental y social.
Cabe resaltar que los RAEE están constituidos por materiales ferrosos, no ferrosos, plástico, vidrio y elementos nocivos tanto para la salud como el ambiente, por tanto, la inadecuada disposición de este tipo de residuos puede causar una serie de impactos ambientales negativos en nuestro entorno. En consecuencia, han surgido prácticas de valor como la MINERÍA URBANA que consiste en la extracción de materias primas finitas de los RAEE, a través de técnicas seguras de reciclaje y aprovechamiento, causando un impacto positivo a nivel ambiental y social, debido a que representa una opción sostenible y rentable de obtención de materias primas de alto valor agregado para el sector productivo y económico, además, en muchos casos se presentan mayor concentración de estos recursos en el mismo residuo que en la fuente natural (Aristizabal, González y Vargas, 2021).
Entre las materias primas que se recuperan de los RAEE, se encuentra el Cobre, su contenido varía de acuerdo al tipo de residuo entre un 3% a 27%, se caracteriza por ser un metal noble con alta conductividad eléctrica, alto grado de conductividad térmica, alta maleabilidad, gran resistencia a la corrosión, alta capacidad de aleación metálica, además, mantiene sus propiedades indefinidamente en el reciclaje (Donoso, 2013). Debido a lo anterior, es un recurso categorizado como el tercer metal más consumido en el mundo actual, utilizado en gran medida en las industrias para la fabricación de componentes del sector eléctrico, electrónico, telecomunicaciones, transporte, construcción y demás.
Por tanto, la extracción de este recurso por medio de la minería urbana de los RAEE genera múltiples beneficios:
- La obtención del cobre de forma natural es compleja y requiere de una serie de procesos para dejarlo en condiciones de ser comercializado, además, se encuentra de manera dispersa en grandes áreas (Donoso, 2013), mientras que a través del reciclaje se puede obtener de manera más sencilla, primero por sus procesos y segundo se encuentra localizado.
- La recuperación del cobre de los RAEE tiene un costo menor que la obtención de materias primas vírgenes, según un estudio de comparación de los costos y beneficios entre la minería virgen y urbana para el cobre, el costo medio de la minería urbana es aproximadamente 3.000 dólares EE.UU. menor que el costo de la minería virgen (5.500 dólares EE.UU.) y el precio (7.500 dólares EE.UU.) (Zeng et al., 2021).
- Elimina todos los impactos ambientales ocasionados por la minería convencional, porque genera una menor presión en los recursos naturales, a su vez evitando la alteración de los ecosistemas, la contaminación de fuentes hídricas, alteración física y química del suelo, emisiones atmosféricas y perturbación a nuestra biodiversidad.
- A través de la recuperación del cobre se presenta un 85% de ahorro de energía en comparación con la extracción convencional de los recursos primarios (Akcil et al., 2015), por tanto, se reduce en gran medida su huella de carbono neta (Kucukvar et al., 2016).
- Garantiza el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), en pro de la conservación del medio ambiente y consumo responsable, realizando acciones alineadas a la economía circular y responsabilidad social.
En definitiva, el reciclaje responsable de los RAEE son una solución efectiva para contrarrestar la problemática de generación masiva de estos residuos, ya que es una opción viable para la recuperación de materias primas con alta demanda como el Cobre, aunque es importante aclarar que esta práctica debe ser enfocada en condiciones seguras con procesos que permitan controlar y disponer adecuadamente el contenido peligroso.
Con Fundación Puntos Verdes tanto las empresas como personas naturales pueden entregar los RAEE de manera responsable sin ningún costo, debido a que, por medio de LITO S.A.S gestor autorizado con licencia ambiental se realizan procesos de aprovechamiento y tratamiento impulsando la minería urbana, recuperando materiales valiosos como el cobre con garantías para el cuidado del ambiente, además, incentivamos al generador desde un compromiso social para que estos residuos se conviertan en una fuente de recursos para apoyar diferentes causas sociales y ambientales alineadas con los ODS, es decir, que este residuo, no es “basura” o “estorbo” es una fuente poderosa para impulsar un cambio a nivel ambiental y social.
Te invitamos a unirte a este cambio.
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Daniela Vera Díaz |
Ejecutiva de cuenta Cali |
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